Reprender a Leo Messi por sus actuaciones deportivas se antojaba una papeleta difícil de mantener en el tiempo. Hay 3 días de diferencia entre el famoso vídeo andando por el Camp Nou en el minuto noventa y tres contra el Dinamo y los mejores cuarenta y cinco minutos del argentino la temporada 2020/2021 contra el Betis. Dos asistencias y dos goles (Primero añadí «para callar bocas», pero después lo borré pensando que la cifra ya hablaba por sí sola).
De andar por casa
Vine a hablar de lo que me enseñaron en casa y en la escuela: agradecimiento, respeto y generosidad. Tres palabras que intento llevar siempre en el bolsillo y que tengo la sensación que nunca me sobran. Después de las críticas el pasado agosto sobre Messi y su famoso burofax, entendí que los aficionados del Barça se podían sentir dolidos por cómo el argentino gestionó su adiós. Intenté comprender que la gent blaugrana tenía un sentimiento de traición porque el 10 quería irse del club, y sobretodo porque no les devolvió el agradecimiento, respeto y generosidad que los aficionados y el propio Barça siempre le habían mostrado. Hice un ejercicio de empatía para entender las críticas hacia Messi (algunas maleducadas), aunque no las compartía, y confié en que el jugador acabaría pidiendo disculpas en el campo, a pesar de que también dió la cara en la ya famosa entrevista en Goal.
Agradecimiento
Ahora bien, una cosa es la decepción fuera del campo, y otra muy diferente es la tirria que hoy se desprende. No puedo entender esa falta de agradecimiento por parte de muchos aficionados, que se escudan con la pregunta «¿No se puede criticar a Messi?». Esa frase sirve para meter en el mismo saco que lleve 9 partidos sin estar acertado de cara a puerta, y a la vez añadir la coletilla «con Messi en el campo defendemos con uno menos». También hay aquellos que recuerdan que no había marcado de jugada desde el pasado 8 de agosto (Nápoles en Camp Nou), y les apetece tanto esa cifra, que la aliñan diciendo que «Ojalá se hubiera ido» y rematan recordando su sueldo, que se lo saben mejor que el suyo propio. Gratitud.
Respeto
La verdad que es decepcionante leer ciertos comentarios, y sobretodo el tono, sobre un jugador que ha hecho grande el FC Barcelona, el futbol y el deporte. El Barça se ha hecho todavía más grande gracias a Leo Messi. Ha pasado de tener una a cinco Champions, dieciséis a veinte y seis títulos de Liga, de ninguno a 2 tripletes. Y no me convencerán aquellos que dicen «todo esto ya lo valoramos» y añaden «para mí es el mejor jugador de la historia», y después sacan su cartulina de rajadas que se saben ya de memoria (anda por el campo, hace lo que quiere, lo juega todo, ya no está a su nivel).
Messi se ha ganado el respeto del mundo del futbol y más todavía de sus aficionados, que se ven ahora con la potestad de vomitar los problemas que tienen en sus casas hacia el jugador que ha dado los mayores éxitos de la historia del club. Parece que después del burofax, ya tienen coartada para usar cualquier detalle en contra de un tipo que ha metido 640 goles en la historia del club (en segunda posición está Cesar con 230). Un poco de respeto.
Generosidad
Y al final, bajo mi punto de vista, el sentimiento de generosidad lo engloba todo. Tener estima y reconocimiento por alguien con quién has compartido alegrías y decepciones tantos años. «Messi también estaba en Liverpool», claro que sí. Y en Roma, y en Wembley y en Berlín. Messi ha estado siempre. De hecho, yo que tengo 30 años, no entiendo un Barça sin Messi y me duele pensar que algunos vomiten bilis y crean que lo mejor para el club es que se vaya. Yo pienso todo lo contrario. Si Messi siente la generosidad de sus aficionados, el respeto y el agradecimiento, seguro que seguirá entregando su futbol con honestidad y respeto, mucho más del que reciba, así lo ha hecho siempre.
Estamos delante de una persona que será recordada a lo largo de la historia en el mundo del deporte, sería sorprendente que estuviéramos a la altura de las circunstancias, pero en caso de estarlo, sería muy gratificante.
Minuto 111 